Cuando uno de tus clientes/pacientes/consultantes decide dejar su proceso terapéutico puede que te critiquen por no retenerlos, o cuestionen tu habilidad y conocimiento, que te señalen que se te fue uno. Esto no es más que el objetivo de un proceso terapéutico, que la persona en cuestión pueda continuar con su vida sin necesidad de que alguien la guié, que alguien lo guié.
Tu solo eres el guía que lleva a la persona a tomar una decisión, a encontrar la solución a su problema, a empezar a actuar y tomar el camino que él elija, que ella elija, que ellos elijan. Cuando este reaccionar y darse cuenta llegue, el último paso es despedirse. Asegúrate de que se vaya mejor que como llego a ti, asegúrate de que la ayudaste, de que lo ayudaste, que los ayudaste. Piensa que si dicen no ayudaste, es su proceso y tu no eras lo que ella quería lo que él quería, lo que ellos querían.
Alégrate de que de alguna u otra manera ayudaste, siguiendo el objetivo planteado y llegando a el, o encontrando otro camino inesperado o no deseado, pero necesario.
Déjalo ir, si regresa a ti es que no estaba tan bien como pensaba, si no regresa es que hiciste un buen trabajo
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